“Mi experiencia con las infusiones de Namas-té comienza en el jardín… cuando veo a Erika cultivar y cuidar con tanto amor a sus plantitas. Con dedicación y conciencia ella escoge las combinaciones que mejor le hacen a mi cuerpo. Unas para la digestión, otras para la serenidad y otras para el descanso. Saber que las hierbas de estos tés están elaboradas con tan bonitas intenciones ya de por sí me hace bien a mi y al planeta. Ahora cuando me las tomo y las endulzo con esas fruticas deshidratadas ¡siento un abrazo delicioso! Me gusta su sabor, me gusta la combinación y me encanta su procedencia. Soy fan de Namas-té”